El museo del viento - Curaduría Marco Tortarolo
Julio - Noviembre 2024
“... Bello (...) como el encuentro fortuito
de una máquina de coser y un paraguas sobre una mesa de disección, ...”
Lautreamont
El museo del viento es una selección de objetos del acervo del
Museo Histórico Cabildo, que no suelen exhibirse habitualmente.
Los mostramos así porque ellos lo pidieron.
Entre ellos se hablan y nos hablan.
En 2024 se cumplen cien años del Movimiento Surrealista,
esta exposición no es un homenaje, pero ese dato no está aquí por casualidad.
El misterio, la paradoja, el azar, la provocación,
eran parte de sus recursos expresivos.
¿Qué buscaba el surrealismo?
...
Un poema de Jorge Luis Borges acompaña este breve encuentro con los objetos
y sus fantasmas. En él puede haber una clave.
No se necesita más, sería redundar o subestimar la inteligencia de nuestro ilustre público.
Marco Tortarolo
Agradecimentos:
Valeria Mastrángelo, Niklaus Strobel, Irene Valledor,
Equipo Museo Histórico Cabildo
INVENTARIO
Hay que arrimar una escalera para subir. Un tramo le falta.
¿Qué podemos buscar en el altillo
sino lo que amontona el desorden?
Hay olor a humedad.
El atardecer entra por la pieza de plancha.
Las vigas del cielo raso están cerca
y el piso está vencido.
Nadie se atreve a poner el pie.
Hay un catre de tijera desvencijado.
Hay unas herramientas inútiles.
Está el sillón de ruedas del muerto.
Hay un pie de lámpara.
Hay una hamaca paraguaya con borlas, deshilachada.
Hay aparejos y papeles.
Hay una lámina del estado mayor de Aparicio Saravia.
Hay una vieja plancha a carbón.
Hay un reloj de tiempo detenido, con el péndulo roto.
Hay un marco desdorado, sin tela.
Hay un tablero de cartón y unas piezas descabaladas.
Hay un brasero de dos patas.
Hay una petaca de cuero.
Hay un ejemplar enmohecido del Libro de los Mártires de Foxe, en intrincada letra gótica.
Hay una fotografía que ya puede ser de cualquiera.
Hay una piel gastada que fue de tigre.
Hay una llave que ha perdido su puerta.
¿Qué podemos buscar en el altillo
sino lo que amontona el desorden?
Al olvido, a las cosas del olvido, acabo de erigir este monumento,
sin duda menos perdurable que el bronce y que se confunde con ellas.
Jorge Luis Borges