Esos dibujos tienen alma y su alma se alegra de que vean la luz. Montevideo en la mirada de Pierre Fossey

Inauguración: Sábado 12 de julio, 12 h.

Pierre Fossey nació en París en 1901.
Llegado a nuestras tierras por la década de 1930, se aquerenció profundamente.
Fue un dibujante profesional que trabajó para revistas y periódicos locales,
ejerció como maestro de dibujo además.
Esta serie de obras  que presentamos fue realizada entre las décadas
de 1940 y 1960.
Su registro de las fachadas de casas y edificios de la ciudad
es detallista y vital, genuino, calidamente fraterno con el paisaje urbano
que se despliega ante sus ojos.
Es evidente que este lugar lo ha cautivado.

El texto del filósofo alemán Martín Heidegger
“Construir, habitar, pensar” es de 1951.
En su momento quiso ser un aporte conceptual a la reconstrucción
de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial.
Escrito con palabras sencillas, evita toda jerga académica,
asimismo guarda un sentido profundo que no pierde vigencia.
Puede leerse como un poema.

Algo más que fechas hay en común entre ese texto,
del que compartimos una selección, y la mirada
que nos ofrece Pierre Fossey, testimonio de un modo de construir
y de habitar que empezaba a irse lentamente.
Ese algo más, intentaremos se haga presente en esta exposición.

Este encuentro in-esperado entre el dibujante
y el pensador no busca la evocación nostálgica.
Es una flecha que desde un pasado no muy lejano,
abre un claro de luz hacia el lugar donde habitamos.
Pregunta cómo es hoy y cómo quisieramos que fuera.

Marco Tortarolo
Responsable del proyecto

Construir, habitar, pensar

En lo que sigue intentamos pensar sobre el habitar y el construir.

1º. ¿Qué es habitar?

2º. ¿En qué medida el construir pertenece al habitar?

Así pues, el habitar sería, en cada caso, el fin que persigue todo construir.
Habitar y construir están, el uno con respecto al otro, en la relación
de fin a medio.

Ahora bien, mientras únicamente pensemos esto,
estamos tomando el habitar y el construir como dos actividades separadas….

Porque construir no es sólo medio y camino para el habitar.
El construir ya es en sí mismo, habitar.

Allí donde la palabra construir habla todavía de un modo originario
dice al mismo tiempo hasta dónde llega la esencia del habitar.

El modo como tú eres, yo soy,
la manera según la cual los hombres somos en la tierra es el habitar.

Construir, en el sentido de abrigar y cuidar, no es ningún producir.

El sentido propio del construir - a saber: el habitar – cae en el olvido.

El habitar testifica lo originario de estos significados;
porque en las palabras esenciales del lenguaje,
lo que éstas dicen propiamente cae facilmente en el olvido
a expensas de lo que ellas mienten en primer plano.
El misterio de este proceso es algo que el hombre apenas
ha considerado aún.

El habitar es la manera en que los mortales son en la tierra.

El construir como habitar se despliega en el construir que cuida…

Los mortales habitan en la medida en que salvan la tierra…

Salvar la tierra no es adueñarse de la tierra; no es hacerla nuestro súbdito,
de donde sólo un paso conduce a la explotación sin límites.

Los mortales habitan en la medida en que reciben el cielo como cielo;
en la medida en que dejan al sol y a la luna seguir su viaje,
a las estrellas su ruta, a las estaciones del año su bendición y su injuria;
en la medida en que no convierten la noche en día,
ni hacen del día una carrera sin reposo.

Construir y pensar, cada uno a su manera, son siempre ineludibles para el habitar.
Pero al mismo tiempo serán insuficientes para el habitar
mientras cada uno lleve lo suyo por separado en lugar de escucharse el uno
al otro.

Llevarán a cabo esto cuando construyan desde el habitar
y piensen para el habitar.

Fragmentos del texto original “Bauen Wohnen Denken” de Martín Heidegger, 1951.

Agradecimentos a:
Equipo Museo Histórico Cabildo,
Irene Valledor, Niklaus Strobel, Gaucho Antonio Gil

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