Asimetrías Coloniales

Febrero 2022 - Febrero 2023

Analizar la historia en el siglo XXI, implica una reflexión crítica, en torno a la colonialidad y el dominio, como bases constitutivas de la civilización occidental. La iglesia y el poder monárquico controlaron el saber, destituyendo todas las culturas y saberes pre existentes en nuestro continente a la llegada de los conquistadores. La colonialidad plantea asimismo el problema del eurocentrismo como una de las formas del racismo, pues el blanco aparecía como sinónimo de  producción de saberes valiosos, entanto indígenas, mestizos y afros, se asociaban a lo deficitario, lo salvaje, lo bárbaro.

La primera centena de colonos arribó a Montevideo en 1724;  por medio de una Real Cédula se otorgó entre otros privilegios a este núcleo de pobladores, integrado por soldados, labriegos y artesanos, el título de “hijosdalgo de solar conocido”. La primera generación del patriciado oriental, se conformó posteriormente por sacerdotes, abogados y hombres de armas. El poder se asoció además de al “saber”, a las fortunas generadas por la producción pecuaria y el comercio, incluido el tráfico de esclavos.

El amplio abanico de inequidades, incluía las vinculadas al género, a la posibilidad de acceso a la educación y a cargos públicos, o a la aplicación de penas y castigos. A comienzos de 1800, en el Montevideo del Gobernador Bustamante y Guerra, la rotura de un farol del alumbrado público se castigaba “con prisión y reposición si el responsable era español o bien cien azotes en la plaza pública si era negro o indio”.

Durante la primera mitad del siglo XIX, se desarrollaron en el territorio oriental y especialmente en Montevideo, cambios políticos drásticos, sin que llegaran a modificarse las bases socioeconómicas; las asimetrías coloniales se extendieron más allá de los límites cronológicos establecidos.

 

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